martes, 20 de septiembre de 2011

Mapa Hidrogeologico, Acuifero Marifil, Area Las Grutas-Aguada Amarga, Rio Negro



Mapa Hidrogeólogico, Acuifero Marifil, Area Las Grutas-Aguada Amarga, Provincia de Rio Negro, República Argentina.

Piezometria del Acuífero Marifil

 

martes, 9 de agosto de 2011

Capítulo 8 - Bibliografia

Capítulo VIII

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Capítulo 7 - Agradecimientos


Capítulo VII

Agradecimientos

 Creo que es algo más que una obligación académica o un gesto de cortesía expresar mi agradecimiento a todas las personas, instituciones y empresas que han contribuido con su ayuda al buen término de este trabajo. Debo reconocer que esta obra es el colofón de una carrera que no habría llegado a buen puerto de no ser por colaboración de quienes me prestaron desde una simple palabra de aliento hasta una invalorable asistencia técnica e intelectual.

 En primer lugar un especial agradecimiento al Director de este Trabajo Final, el Dr. Jorge Santa Cruz, y también al Dr. Adrián Silva Busso, por el permanente y generoso apoyo, colaboración y guía que recibí en las diferentes etapas de este estudio, por la clara vocación docente manifestada, y por sobre todo por ser un gran maestro y un gran amigo, que me dieron mucho más de lo que esperaba y merecía. Aprovecho también para agradecer al Instituto Nacional del Agua, que a través de los nombrados, me brindó tiempo, instalaciones y equipos, prestando un ámbito propicio para la realización del trabajo.

 También quiero agradecer a la Universidad Buenos Aires, a través del Departamento de Ciencias Geológicas, y particularmente a la Lic. Mirta Fresina. También a la Dra. Rita Tófalo, por sus consideraciones en la observación de cortes y al Lic. Hugo Marengo, por la invalorable asistencia que me brindó en la descripción de microfósiles. Al Dr. Héctor Rosenman, por compartir conocimientos sobre el área de estudio y proporcionando antecedentes. A la Lic. Alberio, por su invalorable asistencia en búsqueda bibliográfica y en general por todo el aliento y apoyo brindado durante todos estos años. Y en general a  todos aquellos que en esta entrañable Facultad tan gentilmente me hicieron saber sus opiniones y la información con que contaban.

 Al Instituto de Geocronología y Geología Isotópica, en las personas del Dr. Héctor Ostera y del Lic. Víctor Iglesias, por su colaboración y asesoramiento respecto a las relaciones de isotopos del azufre.

 Al Lic. Fernando Miranda del Departamento de Geotermia del SEGEMAR, por sus consideraciones acerca de las posibles manifestaciones de termalismo asociadas a los basaltos de la meseta de Somuncurá.

 A la empresa Equimac S.A., a través de Héctor Garretto, que colaboró facilitando movilidad y logística para la realización de este trabajo, y en especial a Juan Brocco, quien además de un buen compañero en los viajes de campo, resultó un excelente ayudante en las tareas de prospección geoeléctrica.

 Al Lic. Aldo Sisul, del Departamento Provincial de Aguas de Río Negro, por la información climatológica e hidrogeológica del área de estudio proporcionada.

 También mi reconocimiento a todas las personas que se tomaron el trabajo de leer los borradores de este trabajo, pues con sus sugerencias, críticas y correcciones ayudaron a darle coherencia y forma definitiva.

 También debo agradecer al Instituto Nacional de Vitivinicultura, por permitirme durante todos estos años de estudio acomodar horarios de trabajo y días de licencia, y poder asistir a los no siempre convenientes horarios de clases y trabajos prácticos.

 No puedo dejar de mencionar a los amigos: Mariela, Vivian, Laura, Silvia, Daniela, Fernando, Facundo, Carlos, y unos cuantos más que espero me perdonen que olvide sus nombres en este momento, que ya sea alentando o acompañando, hicieron que el esfuerzo de todos estos años haya dado algún fruto.

 Por último un especial reconocimiento a quienes dedico este trabajo: a mis padres, Ana María y Juan, por todo lo suyo que hay detrás de las cosas que hago, y a mis hermanas, Nilda, Mabel y Raquel, que a pesar de la distancia, nunca dejaron de brindarme todo el aliento y la ayuda que me fue necesaria.

 Gracias a todos, porque detrás de este trabajo de investigación, por modesto que sea, existen muchísimas ayudas, estímulos y acciones que no quedan en el papel impreso, pero que sin ellos seguramente no se podría haber escrito nada.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Capítulo 6 - Conclusiones - Modelo Hidrogeológico

Capítulo VI

6.1 Conclusiones


            Respecto a la hidroquímica, se observa que existe una conexión hidráulica entre el acuífero Marifil y los grandes cuerpos de aguas superficiales, como ser la laguna que ocupa el centro del Bajo del Paisano, o arroyos, insumidos o no, como ser el Valcheta, Chasicó, Paja Alta y Tembrao. No ocurre lo mismo con los cuerpos de agua menores, como ser la Laguna del Galgo.

            Analizando en particular la composición de las tres muestras tomadas en el pozo La Travesía II, correspondiente la primera al inicio del ensayo de bombeo, la segunda tomada después de 12 horas de bombeo constante, y la tercera extraída al final del ensayo, después de 48 horas de bombeo continuo, respecto a los cationes, las variaciones observadas no resultan concluyentes, excepto una caída en la concentración de ion calcio y un aumento moderado en lo que respecta al ion magnesio. Se aprecia asimismo un moderado aumento de la conductividad, un aumento significativo de los cloruros simultáneo a una importante baja en los sulfatos, que caen prácticamente a un décimo de la concentración inicial. Esto reviste especial importancia por cuanto este es un ion problemático en lo que se refiere a la aptitud del agua para la agricultura, ganadería, consumo humano y uso en elaboración de mezclas de cemento para la construcción, por sí mismo o si va asociado a Mg o Na en cantidades importantes, ya que puede comunicar propiedades laxantes en animales y personas, y en cantidades elevadas puede ser perjudicial a las plantas, mientras que más de algunos centenares de ppm perjudican a la resistencia del hormigón y cemento. Sobre todo en el caso de la ganadería, actividad económica excluyente en la región, donde los niveles de sulfato habituales en el agua subterránea están muy cerca del límite de tolerancia de ovinos y caprinos, las especies ganaderas más resistentes a ese ion.

            Respecto a la isotopía, sin perder de vista el marco de aplicación de este estudio isotópico en particular, esto es la limitada cantidad de muestras analizadas y la inexistencia de antecedentes de aplicación en el país y la exigua bibliografía internacional existente, preliminarmente se puede afirmar que se confirmaría la validez del método como indicador litológico de la zona de recarga, en este caso los basaltos de la meseta del Somuncurá.

            También, y dado que las aguas pasan de cloruradas sulfatadas a cloruradas, se podría inferir que el sulfato presente en el agua provendría de los basaltos y no de las sedimentitas marinas terciarias que se encuentran por arriba del acuífero. Podría, eso si, existir un intercambio atómico parcial entre los sulfatos transportados por el agua y los presentes en los sedimentos, que explicaría el empobrecimiento gradual en ese anión a medida que el agua gana en profundidad y un enriquecimiento simultáneo en el isótopo liviano S32.

            Pero cabe aclarar que ya las aguas que brotan de los manantiales de la meseta ya poseen una elevada concentración de sulfatos. La misma característica presentan las lagunas que se encuentran sobre la meseta basáltica (Sisul, 1998). Generalmente los sulfatos se originan en la oxidación, biológica o abióticamente, de sulfuros. Pero cabe aclarar que los estudios existentes de la Formación Somuncurá (Croce, 1963; Corbella, 1974; Ardolino, 1981; y Remesal y Párica, 1989) no señalan la presencia de ese anión en la mineralogía de los basaltos. Considerando el origen propuesto por Risacher et al, (1998), para los sulfatos presentes en cuencas cerradas del norte chileno, no habría que descartar que un mecanismo similar ocurra en la Patagonia Extraandina, donde también vientos dominantes del oeste arrastran las emanaciones de volcanes andinos, que precipitarían en formas de lluvias ácidas sobre estas cuencas endorreicas, donde se acumularían.

            Esta primera aproximación para el estudio del ciclo hidrológico alienta a futuras aplicaciones del método, por supuesto que requiriendo de un muestreo más amplio y acompañado del estudio de los otros isótopos estables del agua, como son el deuterio (²H) y el 18O, y también de arsénico y fluor, para determinar el posible aporte de los volcanes andinos.

6.1.1.- Modelo Hidrogeológico


            De acuerdo a la geología, las unidades en explotación en el Campo de Bombeo de La Travesía corresponden la las rocas de porosidad intersticial dada por fisuras, con permeabilidad baja a muy baja, correspondientes a la Formación Marifil (Lambán 1998), que si bien puede llegar a considerarse impermeable a escala regional, a nivel local existen varias obras de captación en esta formación, correspondiente a pozos cavados a mano (jagüeles) en los que mediante el uso de barrenos o explosivos se conectaron fracturas de circulación preferencial de agua subterránea. Por ello se orientó el presente trabajo al estudio del Acuífero Marifil, contenido en la Formación homónima.

            A nivel regional la extensión aflorante de las diferentes unidades acuíferas presentes en el área de estudio se detallan en el Mapa 1, y  mediante el Corte 1, integrando los resultados obtenidos mediante la prospección geoeléctrica y los pozos de estudio realizados en el campo de bombeo de La Travesía, se elabora un corte esquemático del subsuelo, en dirección este-oeste y paralelo a la Ruta Nacional 23.

            A nivel local, esto es en el Campo de Bombeo, integrando la descripción de los recortes de perforación (Tabla 6), y ajustados los pases formacionales mediante la interpretación del perfilaje geoeléctrico realizado en el pozo de estudio La Travesía II (Perfil 1), se elabora un perfil geológico del Pozo de Estudio (Perfil 2). A partir de este perfil, y utilizando los datos obtenidos mediante los SEV 1 a 11 inclusive, se reconstruye la geometría del subsuelo de la zona de explotación.

            Por lo expuesto se define al Acuífero Marifil, como un acuífero semiconfinado, con características de fisurado-fracturado, que ocupa los niveles superiores de la Formación homónima, que a su vez puede ser el basamento hidrogeológico regional. Este acuífero tiene como área de recarga los sectores donde la Formación Marifil aflora, esto es en el sector occidental del área de estudio (Mapa 1), adyacentes a la Meseta de Somuncurá. Los basaltos de esta última , a su vez hacen de receptores de las precipitaciones níveas y pluviales, que escurren de la meseta en forma de manantiales y arroyos. Estos se insumen en los sedimentos, continentales y marinos, que cubren a la Formación Marifil, hacia el centro y este del área en estudio.

            Con respecto al funcionamiento hidrogeológico de la región, podemos decir que la recarga se produce fundamentalmente por infiltración de las aguas pluviales y nivales que son captadas por los basaltos de la meseta. Allí escapan de la evaporación al infiltrarse a través de grietas y fracturas, desde donde brota por los manantiales de las laderas, formando arroyos, que la mayoría insumen. Desde allí infiltra hasta llegar a un nivel impermeable, constituido por las riolita e ignimbritas de la formación Marifil. Esta roca, alterada y fracturada, es la que conformaría el acuífero estudiado en el campo de bombeo de La Travesía.

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 5 - Isotopía

5.5.3 Isotopía


            El estudio de las relaciones isotópicas, junto con la aplicación de técnicas hidrológicas y geoquímicas más tradicionales, proporciona a una herramienta muy útil en la investigación del ciclo hidrológico.

            Es utilizada en investigaciones del recurso de agua, para determinar el origen, edad de la agua subterránea, procesos de la recarga, de circulación subsuperficies, de las interacciones de la agua - roca, también permite rastrear fuentes y transporte de contaminantes.

5.5.3.1 Relación isotópica S34/S32


            Dentro del llamados isótopos ambientales, está el estudio de las variaciones de la relación S34/S32. Ésta permite identificar posiblemente el origen de ciertas aguas subterráneas de alto contenido salino, ya que la relación es diferente en el agua de mar y en la continental. El fraccionamiento máximo posible es del 50 ‰. Existe un fraccionamiento entre el SH2, S=, SO4= y Sº en el terreno; el estudio de la relación S34/S32  permite conocer el origen del sulfato de las aguas en especial de las aguas muy sulfatadas, y estudiar el aporte de aguas salinas profundas. (Custodio y Llamas, 1983)

            Los océanos de la tierra contienen una amplia cantidad de azufre en solución como iones sulfato. La composición isotópica del azufre en los sulfatos marinos modernos constante dentro de estrechos limites y esta representada por un valor de d34S = 20 ‰. Esto indica que esta enriquecido en el isótopo pesado 34S respecto del azufre terrestre medio y por lo tanto provee un nivel de base a partir del cual calcular el fraccionamiento isotópico. La homogeneidad isotópica observada en los sulfatos disueltos en el mar evidencia la buena capacidad de mezcla del medio, al igual que la enorme masa de azufre disuelta en él. (Linares et al, 1995).

            El valor de d34S de los sulfatos disueltos en el agua de mar puede interpretarse como determinado por el equilibrio existente entre los procesos de aporte y de extracción del elemento en este medio. En este sentido, la precipitación bacteriana de sulfuros y la formación de evaporitas (procesos de extracción) junto con la acción erosiva del drenaje continental y de las exhalaciones volcánicas submarinas (procesos de aporte) constituyen los principales factores que controlan dicho equilibrio. Asimismo, seguramente en el mar existe azufre primario como componente primario desde la formación de la hidrosfera. (Linares et al, 1995).

            La precipitación de evaporitas no origina ningún fraccionamiento isotópico en el azufre apreciable. Sin embargo, existen eventos que pueden modificar la composición isotópica original de los sulfatos, por ejemplo la evaporación del agua de mar en cuencas marginales más o menos cerradas, donde pueden producirse aportes suplementarios de azufre debidos al drenaje continental, o bien es separación de sulfuros por la continua actividad bacteriana en ese medio. Simultáneamente, las rocas eruptivas, extrusivas e intrusivas, básicas y ultrabásicas presentan un valor de d34S con una estrecha dispersión cercana al 0 ‰. También la proporción isotópica del azufre biogénico se diferencia considerablemente del azufre de origen volcánico. (Linares et al, 1995).

5.5.3.2. Aplicación:


            Teniendo en cuenta esto, y en vista de que las aguas de la zona en estudio son ricas en sulfatos, se consideró de utilidad estudiar la relación isotópica del azufre para caracterizar la zona de recarga.

            En vista de que en el país sólo existían antecedentes al respecto en la industria petrolera aplicados al estudio de origen de aguas de formación; como una primera aproximación se consideró acertado efectuar los análisis sobre tres muestras, representativas de los diversos ambientes presentes en el área en estudio.

            Las aguas de todas las muestras están insaturadas en sulfato de calcio (Gráfico 36), lo que implica que no hay precipitación de esa sal. Si puede ocurrir que exista disolución de esa sal presente abundantemente en los sedimentos de origen marino, descriptos por Lizuaín y Sepúlveda (1978), y observados en los afloramientos que la Formacion Gran Bajo del Gualicho tiene en los acantilados del Balneario de Las Grutas. Si consideramos las relaciones iónicas descriptas en el punto 5.6.3.1 y expresadas en los Gráficos 37, 38 y 39, se ve que no varía en forma apreciable la proporción de sulfatos desde la recarga a la zona de descarga. Esto nos lleva a inferir que no se produce disolución de los niveles yesíferos durante el recorrido de las aguas subterráneas. Pero este mantenimiento de proporciones no significa que haya un reemplazo en la composición isotópica, sustituyéndose parcialmente.

            Si bien las aguas se van empobreciendo en sulfatos en términos relativos, perdiendo su carácter de ion dominante, no se aprecia un enriquecimiento o empobrecimiento en términos absolutos, por lo que no se puede descartar que interactúe con los sedimentos de origen marino que atraviesa, enriqueciéndose en la relación isotópica, típicamente volcánica que tiene al surgir en los manantiales que descienden de la Meseta de Somuncurá, y adquiriendo gradualmente un carácter mixto, respecto a la relación isotópica típicamente marina, llegando a un porcentaje de mezcla aproximada del 25 al 50%. Cabe aclarar que la solubilidad del yeso aumenta con la presencia de otras sales. En agua destilada es de 2,095 g/l, pudiendo llegar a 7,30 si el contenido en ClNa es de 131 g/l, y en el ambiente que nos ocupa las aguas aumentan su tenor en ClNa a mayor tiempo de permanencia y recorrido en el acuífero.

            El ion sulfato procede de fundamentalmente del lavado de terrenos formados en condiciones de gran aridez o en ambiente marino.  también se origina en la oxidación de sulfuros de rocas ígneas, metamórficas o sedimentarias, en la disolución de yeso, anhidrita y terrenos yesíferos o en la concentración en el suelo de agua de lluvia.

            Siendo tan conspicua la presencia del anión sulfato en este ambiente, es interesante señalar que Risacher et al (1998), en el ambiente árido del norte de Chile, estudió unas 53 cuencas endorreicas cuyo nivel de base la constituyen lagos salados y salares. Ese estudio abarcó la calidad de las aguas de los aportes, el balance hídrico-salino y la hidroquímica de las lagunas saladas, así como, el origen de las sales y de los factores que controlan la hidrogeoquímica de esos salares. Según los iones dominantes, propone básicamente tres vías de evolución para las sales de estas cuencas: carbonática, sulfatada y cálcica. Señalando la anomalía de que si bien las aguas de aporte en general son carbonáticas, en los cuerpos de agua y salares toman características netamente sulfatadas. Atribuye esto a la abundancia de azufre proveniente desde los volcanes andinos, arrastrado a estas cuencas por los vientos dominantes. Observó que la casi totalidad de las soluciones salinas de las lagunas y salares chilenos pertenecen a los grupos sulfatado y cálcico. Hay 39 lagunas o salares sulfatados, 19 cálcicos y sólo 2 carbonáticos. El fuerte predominio de salares y lagunas sulfatadas lo atribuye a la abundancia del azufre volcánico proveniente de erupciones cenozoicas y recientes en la Cordillera de los Andes, y señala que la mayor parte de los salares cálcicos se encuentran también en un ambiente volcánico y la composición de sus aguas de aporte no tiene relación con la litología superficial de las cuencas de drenaje, proviniendo de la disolución de salmueras residuales cálcicas de antiguos salares recubiertos por formaciones volcánicas.

Capítulo 5 - Relaciones Iónicas - Caracterización General

5.5.2.1 Relaciones Iónicas:


            Se calcularon las principales relaciones iónicas empleadas en la caracterización de las aguas (Custodio, 1983).Estas relaciones permiten determinar la procedencia y los materiales con los que ha estado en contacto el agua a lo largo de su paso a través del acuífero, o bien establecer la influencia de algunos fenómenos modificadores, como ser la mezcla con aguas marinas o de otras formaciones, la precipitación o disolución de nuevos minerales, etc.

            En el presente trabajo se agruparon las muestras según su pertenencia a alguno de los cuatro grandes grupos observados: Acuífero Marifil, Acuífero Somuncurá, Acuífero de depósitos aluviales y aguas superficiales. Los promedios composicionales de cada grupo se emplearon para obtener las relaciones iónicas que se vuelcan en la Tabla 10, donde se las compara con las relaciones iónicas observadas en el agua de mar.

            De los diagramas de Relaciones Iónicas, (Gráficos 37, 38 y 39) se infiere que con respecto al Cl- y Na+ hay una relación visible, y previsible, de aumento con la profundidad y hacia el norte. Entre HCO3- y Ca++, se pueden trazar dos rectas paralelas, una correspondiente a las aguas superficiales y otra a las subterráneas, siendo en estas últimas donde el catión Calcio es notablemente más abundante, lo que sugiere un aumento del mismo en profundidad. Respecto a la relación entre los SO4= y el Ca++, también se observa un enriquecimiento en sulfatos en profundidad y hacia el norte.

            La relación Ca++/Mg++ varía en las aguas continentales entre 3,3 y 0,66 (Custodio, 1983); en las muestras estudiadas oscila en esos órdenes, muy lejos de la relación del agua de mar, y de los valores por debajo de 1, que suelen indicar la influencia de terrenos calizos o dolomíticos.

            Las otras relaciones estudiadas no presentan ninguna relación característica de ambiente marino, salvo en el caso de la relación Ca++/SO4= en las muestras correspondientes al acuífero aluvial y a las de aguas superficiales.

            El diagrama de Actividad SO4=/Ca++ (Gráfico 36), nos indica que todas las muestras consideradas están insaturadas en sulfato de calcio, por lo que es de esperar que no exista precipitación de yeso en ningún caso, y si disolución del mismo, si lo hubiere en los sedimentos que recorren las aguas.

            Considerando las relaciones entre los distintos iones, para los diferentes acuíferos de la región estudiados (Tabla 10), y comparándolas con las existentes en el agua de mar, no se observa ninguna relación evidente entre la composición de las aguas subterráneas y las aguas marinas actuales, por lo que se debe descartar que las aguas del acuífero Marifil sean fósiles o connatas de los sedimentos de la Formación Gran Bajo del Gualicho, de origen marino, que lo suprayace. En consecuencia, existe algún tipo de recarga a partir de las aguas superficiales y de las que provienen de la Meseta de Somuncurá. Esto es porque se mantienen las relaciones iónicas, similares en las aguas que drenan de los basaltos de la Formación Somuncurá con las que se observan en el Acuífero Marifil. Especialmente en el caso de los sulfatos. No ocurre lo mismo con el catión Calcio, el que aumenta en concentración relativa, en profundidad y alejándose de la meseta, en dirección norte y noreste. Este enriquecimiento se produce en la interacción del agua con los sedimentos que atraviesa, constituidos, en el caso de la Formación Río Negro, por niveles fuertemente cementados por carbonato de calcio, y en el caso de la Formación Gran Bajo del Gualicho, con importantes niveles de sulfato de calcio (yeso) (Lizuaín y Sepúlveda, 1978).

5.5.2.2 Caracterización General

            La clasificación de las aguas subterráneas, en general tiene por objeto realizar una caracterización simplificada de las mismas sobre la base de su composición química. Las clasificaciones más simples en base diagramas de estrella, barras, circulares o conceptos como alcalinidad, dureza y residuo seco, permiten resaltar las especies iónicas dominantes y proporcionan información con referencia al uso del agua (agrícola, industrial, etc.). Las clasificaciones más complejas o hidroquímicas consideran la relación de las especies iónicas dominantes o mayoritarias que permiten definir diferenciación o enriquecimiento de aguas, mezclas de aguas, origen de las mismas entre otras.

            A partir de las representaciones gráficas de Piper (Piper, Hill, 1963, Gráfico 33), de Durov (Zaporozec, 1972, Gráfico 34) y Schoeller (Gráfico 35) se han identificado en la zona y para el Acuífero Marifil las especies iónicas dominantes, clasificándose como aguas de mineralización elevada, cloruro sulfatada, sódico-cálcica-magnésica.

jueves, 28 de julio de 2011

Capítulo 5 - Hidrodinámica

5.5.2 Hidrodinámica

 El análisis e interpretación del comportamiento hidrodinámico del Acuífero Marifil, tiene por finalidad establecer la ubicación de sus ámbitos de recarga, circulación y descarga. También, definir las direcciones de flujo y los gradientes hidráulicos a partir de los cuales, junto con la transmisividad, la permeabilidad y la porosidad efectiva, se pueden estimar los caudales y las velocidades de circulación subterránea. La hidrodinámica, además es una de las herramientas más valiosas para el desarrollo del balance hídrico subterráneo.

En el diseño de la red de flujo subterráneo brinda un panorama indispensable para lograr un aprovechamiento sostenible, con la necesaria preservación del recurso hídrico.

A medida que el agua se infiltra y fluye a través de los sedimentos, asume una composición química como resultado de su interacción con el entorno físico, evolucionando en su composición, desde las zonas de recarga a las zonas de descarga, siguiendo el modelo desarrollado por Chebotarev (1955) para las secuencias de aniones dominantes en aguas subterráneas en cuencas sedimentarias:


Cabe aclarar que la secuencia catiónica no es tan clara en la realidad, y es la que usualmente mayor número de excepciones presenta.

En el caso particular del Acuífero Marifil esta secuencia se refleja claramente en los relaciones entre cloruros/bicarbonatos y sulfatos/cloruros, (Mapas 11 y 12), y en los mapas individuales de concentración de cada uno de esos aniones (Mapas 4, 5 y 6).

Las mayores proporciones de bicarbonato, observadas en las muestras de aguas superficiales y en las cercanías de la Meseta de Somuncurá, son un indicador claro del área de recarga. El aumento de cloruros hacia el noreste, esto es, al alejarse de la Meseta, nos indican el área de descarga.

La conductividad se define como la facilidad del agua para conducir la corriente eléctrica. La conductividad aumenta rápidamente con la cantidad de iones disueltos. La importancia radica fundamentalmente en la practicidad, ya que se mide en el campo muy fácilmente, y nos indica aproximadamente la salinidad del agua:

               ∑ de iones disueltos (en mg/l) ≈ Conductividad (µS/cm) x 0.75

La conductividad es la inversa de la resistividad, que es una constante que aparece en la Ley de Ohm, y la unidad es el ohmios x metro. Siendo la inversa, la unidad de la conductividad es el ohmios-¹ / metro, denominado Mho o Siemens. Por lo tanto sería Siemen/metro, pero comúnmente se utiliza el µS/cm (microSiemens/cm).

El comportamiento de la conductividad (Mapa 2) confirma esta evolución, ya que si bien se observa un amplio rango de salinidad en las aguas subterráneas, que mayoritariamente presentan entre los 5.000 y 11.000 µS, a 20°C. (Gráfico 30), se evidencia una evolución hacia el norte y noreste, esto es, alejándose de la meseta de Somuncurá (Mapa 2) se observan los mayores valores.

Con respecto a los cationes no se observa la evolución usual de cálcicas a sódicas, destacándose un aumento simultáneo de ambos elementos , en profundidad y hacia el noreste (Mapa 7 y 8). El aumento del catión Calcio se relaciona con la abundancia de ese elemento en toda la columna sedimentaria, ya sea combinado con el sulfato (yeso) o con el carbonato (cementación calcárea).

El patrón evolutivo de la hidroquímica de agua subterránea, del área de recarga a la de descarga, es de sulfatadas cálcicas a cloruradas sulfatadas sódico cálcicas.

martes, 26 de julio de 2011

Capítulo 5 - Hidroquímica

5.5.- Hidroquímica

La metodología empleada en el trabajo consistió primeramente en la recopilación y estudio de la información disponible sobre la zona, incluyendo datos geológicos e hidrogeológicos, y el estudio del inventario de puntos de agua y selección de los más adecuados y representativos para la realización de toma de muestras. La localización de los puntos de muestreo ha estado condicionada también por el número y accesibilidad de las captaciones.

Luego se procedió a la toma de muestras, con determinación de ciertos parámetros físico-químicos in situ (conductividad y pH), para posteriormente continuar con los análisis de laboratorio. Los análisis químicos habituales fueron realizados por el Laboratorio de Análisis de la Cátedra de Edafología de la Facultad de Agronomía de la U.B.A. (13 muestras), y por el Laboratorio de Análisis de Rocas del Departamento de Ciencias Geológicas de la F.C.E. y N. De la U.B.A. (9 muestras). Además tres muestras, consideradas representativas de los distintos ambientes observados en la región en estudio, fueron analizadas en el Instituto de Geocronología y Geología Isotópica, donde se estudió la variación de la relación 34S/32S. El detalle de las muestras, su ubicación y parámetros analizados se ilustran en la Tabla I.

Los análisis de los parámetros químicos se realizaron con los métodos convencionales, y con los datos obtenidos se realizaron los tratamientos estadísticos correspondientes y el estudio de las relaciones iónicas y de distribución. Con estos datos y a fin de facilitar el estudio y la comprensión de los resultados analíticos se confeccionaron los mapas, que incluyen la ubicación de los puntos de muestreo y la evolución de los contenidos de los aniones y cationes principales, y otros parámetros determinados, elaborándose los mapas que figuran en el Capítulo IX.

El análisis no se ha limitado a una mera descripción de las distintas concentraciones y su distribución espacial en la zona en estudio, sino que ha conllevado una interpretación de las implicancias hidroquímicas del modelo conceptual propuesto para el acuífero. Interpretación necesariamente genérica y limitada, como consecuencia de la cantidad de muestras analizadas, los parámetros determinados y el área en que se acotó el estudio.

5.5.1 Clasificación Hidroquímica

En la tabla 1 se presenta el resultado de los análisis químicos efectuados en las muestras tomadas en esta zona. Además de las determinaciones de cationes y aniones mayoritarios reflejados en la misma se han analizado otros parámetros considerados importantes para la caracterización de las aguas subterráneas, y con el objetivo de definir a nivel regional las características químicas de las aguas subterráneas en cada una de las unidades acuíferas se utilizó la metodología de representación gráfica en diagramas para los datos de las muestras analizadas

La caracterización geoquímica para cada punto muestreado, con las relaciones iónicas más características se presentan en los Gráficos 1 a 18. En los Gráficos 19 a 21 se presenta la composición en aniones y cationes mayoritarios agrupados según la pertenencia a alguno de los tres ambientes hidrogeológicos más importantes de la región en estudio, según correspondieran a aguas provenientes directamente de la meseta basáltica (Gráfico 19), a aguas superficiales, de arroyos y lagunas, (Gráfico 20), y a aguas subterráneas correspondientes al acuífero en estudio (Gráfico 21).

Mediante los diagramas ternarios de distribución de las especies aniónicas (Gráfico 31) y catiónicas (Gráfico 32) principales, pero más claramente a través de los diagramas de Piper y Durov (Gráficos 33 y 34) es posible agrupar a las aguas analizadas según su composición. A grandes rasgos podemos decir que evidencian tres grupos. El primero que reúne las muestras 1, 2, 4, 5, 7, 8, 10, 14, 17 y 18, que presentan una composición claramente cloruradas y en general se trata de aguas contenidas en el acuífero. Un segundo grupo que reúne las muestras 3, 9, 11, 12, 15a, 15b, 16, LT2 y LT3, de características sulfatadas – cloruradas, y también reúne a muestras del acuífero, pero más próximas a la zona de recarga. Por último existe un tercer grupo, que reúne por decirlo de alguna manera, a las muestras dispersas, que no presentan una composición similar. Allí se ubican las muestras números 6 y 13a, que corresponden a aguas superficiales (Arroyo Valcheta y Laguna del Bajo El Petiso), que son las únicas que presentan una composición sulfatada-bicarbonatada.

Se emplearon diagramas ternarios con el objetivo de identificar tendencias y relaciones entre los grupos de muestras. En el diagrama de aniones (Gráfico 31) se puede proponer la existencia de tres agrupamientos. Un primer grupo reuniría las muestras correspondientes al acuífero profundo (Acuífero Marifil), el segundo las de acuíferos someros y las vertientes de Somuncurá y en el tercero las de ubicación dispersa. Se puede apreciar una tendencia de paso desde el campo de las aguas sulfato - cloruradas al de las cloruradas, a medida que progresamos en la profundidad. Respecto de los cationes (Gráfico 32), la distribución de las muestras responde más a una recta, pasando de sódicas en superficie a sódico cálcicas en profundidad. Una posibilidad sería que esto responde a la litología que atraviesan las aguas, muy rica en sales de calcio, tanto en forma de sulfatos como carbonatos.

En cuanto al ion Ca++, este procede en general de la disolución de calizas, dolomías, yeso y anhidrita, también del ataque de feldespatos y otros silicatos cálcicos, de la disolución de cemento calcáreo de muchas rocas, concentración de agua de lluvia. Está frecuentemente en estado de saturación y su estabilidad en solución depende del equilibrio CO2 – HCO3- - CO3=. Puede precipitarse con facilidad y es muy afectado por el cambio iónico (Custodio y Llamas, 1983)

Conjugando estos dos diagramas ternarios, se obtiene el diagrama triangular de Piper (Piper, Hill, 1963) (Gráfico 33), que trabaja con el cruzamiento de las cantidades porcentuales de los tenores en miliequivalentes/gramo, de los cationes y aniones principales. Permite la presentación de varios parámetros en una combinación de los dos diagramas triangulares, para aniones y cationes por separado, y uno en forma de rombo para mostrar la relación entre ambos grupos de aniones y cationes, donde las muestra son proyectadas como un punto en cada diagrama, pudiéndose agrupar según composiciones similares. Similar criterio sustenta al diagrama de Durov (Zaporozec, 1972) (Gráfico 34), y concordantemente en ambos diagramas observamos que las muestras se agrupan de acuerdo correspondan a aguas superficiales, manantiales que surgen de la meseta o si fueron extraídas del acuífero profundo. En estas últimas además de una similitud química manifiesta entre ellas, se observa un enriquecimiento en cloruros y en calcio y sodio, en profundidad y hacia el norte, pasando de ser aguas cloruro sulfatadas a cloruradas cálcicas.

El diagrama de Schoeller (Gráfico 35) nos permite comparar las muestras representando gráficamente la hidroquímica en ejes semi-logarítmicos. Las concentraciones de los iones más importantes, en meq/l, nos indica una similitud composicional de todas las muestras correspondientes al Acuífero Marifil en general, y donde la mayor dispersión de los datos se manifiesta en la concentración de sulfatos. Al mismo tiempo, y resaltadas en rojo en el gráfico citado, se indican las tres muestras correspondientes a aguas superficiales (Arroyo Valcheta y Lagunas del Galgo y del Bajo El Petiso) que muestran un comportamiento notablemente diferente al resto de las muestras consideradas.

Los diagramas de Frecuencia de concentración (Gráficos 22 al 30 inclusive) nos indican la moda o frecuencia característica, mediante histogramas modales, de cada especie iónica, pH y conductividad, representativos de las muestras del Acuífero Marifil. De estos análisis se concluye que las aguas de este acuífero, de naturaleza clorurada sulfatadas, sódico cálcicas, presentan en promedio una concentración de 850 mg/l de Na+, entre 300 y 400 mg/l de Ca++, entre 15 y 40 mg/l de K+ y de entre 80 y 160 mg/l de Mg++; entre 1500 y 2000 mg/l de Cl-, entre 300 y 1000 mg/l de SO4=, de 100 mg/l de HCO3-, un pH entre 7,5 y 8

Por lo expuesto respecto de la caracterización hidroquímica y geoquímica de las aguas dominantes en el Acuífero Marifil, corresponde clasificar a las mismas como cloruradas sulfatadas sódico cálcicas.

viernes, 22 de julio de 2011

Capítulo 5 - Hidráulica

5.4.- Hidráulica

Con los datos proporcionados por el perfilaje resistivo del Pozo La Travesía II se eligió la última sección de la perforación para la ubicación de filtros. Este tramo final, ubicado entre los 70 y 74 m.b.b.p. se atribuye una grava fina o material de alteración de roca volcánica, también saturada con aguas de elevada salinidad.

Una vez finalizadas las operación de construcción y desarrollo de la captación, se procedió a realizar los ensayos de bombeo con el fin de determinar el comportamiento hidráulico del acuífero. La utilidad de estos estudios radica en que permiten estimar la cantidad de agua que puede extraerse de una captación bajo condiciones previamente establecidas, es decir con propósitos de aforo. Para este tipo de pruebas, es suficiente obtener información del pozo de bombeo y de uno o dos pozos menores de observación o piezómetros. Estos ensayos también nos permiten determinar las propiedades hidráulicas de un acuífero, para poder predecir posteriormente su comportamiento bajo situaciones diversas y evaluar la disponibilidad de recursos de agua subterránea.

Las pruebas de bombeo consisten básicamente en dos tipos de ensayos. Uno es el denominado escalonado o de régimen variable, con aumentos sucesivos del caudal extraído, a fin de observar los descensos de los niveles piezométricos, y el otro es el ensayo a caudal constante. A los fines prácticos, estos ensayos tienen por objetivo determinar el caudal adecuado de explotación, el que deberá ser sustentable a través del tiempo y la depresión que éste induce no debe superar el nivel al que se encuentra sumergido del equipo de bombeo.

5.4.1 - Ensayo de bombeo escalonado o régimen variable

En el primero se bombean sucesivos caudales crecientes hasta determinar la máxima capacidad de la captación. Para cada caudal bombeado se registra los niveles piezométricos en función del tiempo hasta que se observe un estado de equilibrio, es decir, hasta que el nivel dinámico se estabilice. Un nivel de bombeo se considera estabilizado si no sufre cambios por un período de tiempo determinado. De la curva de rendimiento, que surge de graficar caudal v/s nivel dinámico estabilizado, que se generada durante el ensayo, se obtiene el criterio para clasificar el tipo de acuífero y también para recomendar un caudal de explotación. Esta curva es la representación gráfica de la relación entre los caudales extraídos y los abatimientos que se han producido en el pozo para condiciones de equilibrio dinámico, durante la ejecución del ensayo.

El ensayo de bombeo escalonado realizado en la captación La Travesía III presentó las siguientes características, partiendo de un Nivel estático de la captación: 57.65 m.b.b.p., y con la bomba ubicada a 79 m.b.b.p.


De forma aproximada se calcula la transmisividad en forma empírica, en función de lo expuesto por Custodio Llamas, (1983) según:

T m²/día = Ce m³/h.m * 1,4* 24 = 13.01 m²/día

En el Gráfico 51 se muestra el abatimiento del nivel piezométrico durante el ensayo escalonado.

5.4.2 - Ensayo de bombeo a régimen permanente

En los ensayos a caudal constante, éste debe mantenerse fijo durante toda la realización de la prueba. Se bombea el caudal recomendado por un período de tiempo más largo, de por lo menos 24 horas, para verificar las condiciones de operación del pozo a largo plazo.

Se realizó sobre la perforación La Travesía II un ensayo de bombeo a caudal constante por espacio de 48 hs. con una perforación de observación o piezómetro. Se tomaron niveles dinámicos en la perforación y en el piezómetro, que permitieron calcular los parámetros hidráulicos del acuífero. Los datos iniciales se detallan en la siguiente tabla:



Para la interpretación de los resultados, en primer lugar se debe disponer la información del ensayo en un gráfico de tiempo-abatimiento en escala doble logarítmica, lo que permitirá en muchos casos reconocer el tipo de acuífero. Una vez que se conoce el tipo de acuífero se procederá a determinar sus propiedades utilizando las ecuaciones correspondientes. En general, las propiedades podrán determinarse por procedimientos analíticos o procedimientos gráficos.

La interpretación de la curva de bombeo depresión vs. tiempo permitió determinar los siguientes parámetros hidráulicos del acuífero:


De los resultados se desprende que se trata de un acuífero semiconfinado de baja transmisividad (Gráfico 40). Este resultado es consecuente con la información geofísica y geológica de las perforaciones y afloramientos regionales.

5.4.3 - Ensayo de Recuperación

Este ensayo consiste en medir a intervalos de tiempo predeterminados la elevación del nivel piezométrico en un pozo de bombeo, o en los pozos de observación circundantes, después de cesar el bombeo.

En el caso de la captación en estudio, al final del bombeo se realizó la recuperación de los niveles en el piezómetro, que pesar de la limitada respuesta hidráulica el bombeo de 48 hs. a 9,1 m³/h recuperó el 75% de la columna en 60 minutos. Esta respuesta se representan en la curva de recuperación (Gráfico 41), donde se observa que presenta características de un acuífero semiconfinado.

miércoles, 13 de julio de 2011

Capítulo 5 - Prospección Geofísica - Geoeléctrica - Dispositivos de Medición - Sondeo Eléctrico Vertical

5.3- Prospección Geofísica

Es una herramienta que nos brinda la posibilidad de estudiar las propiedades físicas del subsuelo y el conocimiento de la estructura geológica de los materiales que lo constituyen.

5.3.1 Prospección geoeléctrica

La prospección geoeléctrica es un método indirecto que consiste en hacer pasar una corriente de intensidad I por medio de dos electrodos y medir la diferencia de potencial AV entre otros dos electrodos, ubicados simétricamente a lo largo de una línea.

Separando progresivamente los electrodos de emisión de corriente se aumenta la profundidad de investigación en la vertical. Se aprovechan las respuestas resistivas de los terrenos en función de la combinación de los siguientes factores: tipo de sedimento, espesores de las capas, presencia de sales en el agua subterránea y eventuales estructuras, principalmente.

5.3.2 Prospección Eléctrica por Corriente Continua

La resistividad es una medida de la dificultad que la corriente eléctrica encuentra a su paso en un material determinado. Las rocas y sedimentos en general se comportan como conductores con una resistividad muy variable, debido principalmente a que sus poros están rellenos de fluidos (aire y agua).

La resistividad depende de diversos factores, uno de ellos es la salinidad del agua contenida por los sedimentos; otros factores importantes, tales como el tipo de sedimento, no tiene influencia cuando se trata de zonas relativamente constantes en cuanto a variaciones litológicas y sin anisotropías direccionales como es en este caso.

Las corrientes eléctricas que interesan a la prospección no recorren conductores lineales, sino que recorren medios tridimensionales. El problema se aborda desde la suposición de que el subsuelo se compone de varias capas, cada una de ellas con distintas características, en las cuales la resistividad es constante y que están separadas entre sí por superficies planas.

La corriente penetra por un electrodo (A) y sale por otro (B) volviendo a la fuente de energía para cerrar el circuito, esta produce un campo eléctrico que se mide por medio de otros electrodos (M y N) conectados entre sí.

Los datos se toman desde la superficie del terreno y dan como resultado una resistividad ficticia que dependerá de las resistividades verdaderas de cada capa y de las distancias entre los electrodos. Esta cantidad se conoce como resistividad aparte (Þa) que es la variable experimental que expresa los resultados de las mediciones y que se toma como base para la posterior interpretación.

5.3.2.1 Dispositivos de Medición

Son variados y constan de un conjunto de electrodos, en general cuatro (AB y MN), que se disponen linealmente y que unidos por cables aislados, integran dos circuitos independientes entre sí.


1- El circuito de alimentación o de emisión que incluye a los electrodos A y B, mediante los cuales se incorpora corriente al subsuelo. La intensidad (I) de la corriente que entra y sale se mide con miliamperímetro y es suministrada por un generador eléctrico (batería en este caso).

2- El circuito de recepción o de medición, compuesto por los electrodos impolarizables M y N. En él se evalúa con un milivoltímetro la diferencia de potencial (V) que se produce entre M y N al ingresar corriente al subsuelo a través de A y B.

5.3.2.2 Sondeo Eléctrico Vertical (SEV)

Se llama así a una serie de determinaciones de resistividad aparente (Þa), efectuadas con el mismo tipo de dispositivo, una separación creciente entre los electrodos de emisión y recepción (AB), azimut constante y con el centro del segmento MN fijo.

Los datos de Þa obtenidos en cada posición se representan en la ordenada, mientras que en la abscisa se toman las distancias AB/2 respectivas. Las escalas de ambos ejes son logarítmicas.

El resultado es una curva denominada curva de campo o de resistividad aparente (Þa) que guarda relación con el comportamiento geoeléctrico del subsuelo inmediatamente debajo del punto medio del tendido.

La finalidad del SEV es averiguar la distribución vertical de resistividades bajo el punto sondeado partiendo de la curva de campo, encontrando una curva de resistividades verdaderas que se adecue a la zona de trabajo.

5.3.2.3 Método Schlumberger

La técnica mas seriamente utilizada y con valor comparativo universal, es la ejecución de cada sondeo eléctrico vertical (SEV) aplicando el dispositivo Schlumberger con 4 (cuatro) electrodos simétricos, debiendo ser la separación de las alas (electrodos de corrientes) aproximadamente 4 a 5 veces la profundidad máxima que se intenta alcanzar.

Consiste en un dispositivo electrónico lineal, en este caso simétrico, en el que la distancia MN es muy corta con respecto a la AB.

El mismo es muy práctico para la realización de Sondeos Eléctricos Verticales porque las curvas obtenidas son expresivas y sensibles a las características del corte geoeléctrico sobre el que se efectuaron las mediciones.

Como los valores de V disminuyen de estación a estación, se necesita que se efectúen "empalmes", es decir aumentos de la distancia entre M y N. Este procedimiento provoca "saltos" en los valores de resistividad que se deben corregir a fin de conseguir una curva continua.

5.3.2.4 Procedimiento Empleado

Planteado el propósito de la prospección, se examinó la información disponible de la región, principalmente geológica, para programar el trabajo de campo y los objetivos a alcanzar. En una primera instancia, y con el fin de conocer la evolución espacial del acuífero se seleccionaron un total de cinco sitios de medida, donde se realizaron los sondeos eléctricos verticales, a lo largo de distintos puntos de la Ruta Nac. 23. La información recopilada permitió la confección del Corte nº 1, y proponer el paraje de La Travesía como campo de bombeo.

Una vez determinada la densidad de las mediciones a efectuar (distancia entre centros de SEV contiguos) y su posición, se efectuó la recopilación de información en el campo con SEV en su mayoría cortos (AB final menor a 200 metros) con un resistivímetro. Las curvas obtenidas fueron en general de buena calidad ya que no aparecieron datos anómalos y los empalmes se resolvieron sin problemas. Luego, se elaboraron los datos obtenidos interpretándolos, primeramente con curvas patrón para usarlas de referencia y luego con programas de computación, para obtener la distribución de resistividades en el subsuelo y así poder traducirlas en los cortes geológicos que se necesitaban. Estos cortes (Cortes números2 a 6) corresponden al campo de bombeo, y se obtuvieron a partir de los últimos 10 SEV, que se realizaron para ubicar en la forma más conveniente las perforaciones de estudio a realizar.

La información recopilada de perfiles litológicos y niveles piezométricos, es utilizada para el ajuste paramétrico de las respectivas posiciones medidas y para una mejor interpretación global del esquema hidrogeológico de la zona.

5.3.2.5 Consideraciones Acerca de las Ventajas del Método

Ante la imposibilidad práctica de extender la toma de información directa del subsuelo a toda la zona de interés, se recurre a este método, que en base al relevamiento eléctrico del terreno, permite discriminar, cuando los contrastes de la resistividad lo hacen posible, diferencias litológicas como las que caracterizan la región.

Las ventajas del método residen principalmente en que es un método universal, basado en una tecnología probada y aceptada desde hace mas de 90 años y con una justificación científica que lo convierte en universal. El mismo es método valido para cualquier peritaje o confrontación de la información obtenida que siempre puede volver a ser interpretada. (Custodio y Llamas, 1983; Orellana, 1982).

5.3.2.6 Interpretación de los SEV

Las curvas adjuntas al presente trabajo (Anexo VI) fueron interpretadas en base a la información geológica de campo recopilada. La ubicación de los SEV se realizó muy cerca de las perforaciones capaces de proporcionar caudales de interés. Los 15 SEV realizados alcanzan para apoyar una caracterización inicial del área permitiendo descartar regionalmente condiciones más favorables para la ocurrencia del agua subterránea. En tal sentido identificamos fundamentalmente tres paquetes resistivos a mencionar:



En el campo de bombeo de La Travesía se realizaron los diez SEV restantes, cuya disposición espacial puede apreciarse en los planos del Anexo VI. Cabe aclarar que el SEV 7 debió suspenderse, mientras que el SEV 11 presenta datos poco claros y confiables, presumiblemente por la interferencia en la lectura causada por la existencia, paralelo a la Ruta Nacional 23, del tendido de media tensión (13,2 Kv.) que une las localidades de Valcheta con la de Las Grutas. Los SEV restantes permitieron el trazado de transectas, donde se puede observar una primer capa con resistividades que oscilan entre los 75 y 100 ohm x m que se desarrolla hasta el techo de una capa más resistiva. A partir de esta información se interpreta como posibles las siguientes respuestas:

Grupo I: Corresponde a la respuesta del suelo y zona no saturada de agua, puede corresponder a los sedimentos modernos limo-arcillosos y contener acuitardos, sin valor exploratorio para este emprendimiento. Eventualmente pueden incluirse sedimentos más gruesos, arenas y arenas sabulíticas, pero que se encuentran en la zona no saturada. Algunos niveles se encuentran muy cementados.

Grupo II: Corresponde a niveles que pueden interpretarse como de arcillas o limos de baja porosidad y permeabilidad. Se encuentran en la zona no saturada, sin posibilidades de contener un acuífero freático libre. Comprenden el nivel semiconfinante y las propiedades hidráulicas que no lo hace productivo para la demanda de este emprendimiento.

Grupo III: Corresponde a niveles que pueden interpretarse como de areniscas con intercalaciones de arcilla. Las arenas si bien tienen baja porosidad y permeabilidad, contienen el acuífero explotable en la región. La proporción de arcilla condiciona la permeabilidad. Se detecta en los SEV 1, 2, 3, 5 y 11 resistividades bajas que pueden corresponder a niveles saturados de aguas de elevada salinidad

Grupo IV: Corresponde a niveles de alta resistividad relacionados con el basamento hidrogeológico de la región, probablemente las rocas ígneas efusivas (riolitas e ignimbritas) de edad Triásica-Jurásica (Grupo Marifil). Sin valor exploratorio en profundidad.

A partir de la comparación de las profundidades de estos cambios de resistividad se elaboraron los Cortes Geoeléctricos que figuran en el Anexo V, que corresponden a las diversas transectas realizadas en el Campo de Bombeo. Estos Cortes permitieron una mejor comprensión de la geometría en profundidad, y por lo tanto brindaron una herramienta eficaz a la hora de señalar los sitios donde se realizarían las perforaciones de estudio y explotación.