jueves, 28 de julio de 2011

Capítulo 5 - Hidrodinámica

5.5.2 Hidrodinámica

 El análisis e interpretación del comportamiento hidrodinámico del Acuífero Marifil, tiene por finalidad establecer la ubicación de sus ámbitos de recarga, circulación y descarga. También, definir las direcciones de flujo y los gradientes hidráulicos a partir de los cuales, junto con la transmisividad, la permeabilidad y la porosidad efectiva, se pueden estimar los caudales y las velocidades de circulación subterránea. La hidrodinámica, además es una de las herramientas más valiosas para el desarrollo del balance hídrico subterráneo.

En el diseño de la red de flujo subterráneo brinda un panorama indispensable para lograr un aprovechamiento sostenible, con la necesaria preservación del recurso hídrico.

A medida que el agua se infiltra y fluye a través de los sedimentos, asume una composición química como resultado de su interacción con el entorno físico, evolucionando en su composición, desde las zonas de recarga a las zonas de descarga, siguiendo el modelo desarrollado por Chebotarev (1955) para las secuencias de aniones dominantes en aguas subterráneas en cuencas sedimentarias:


Cabe aclarar que la secuencia catiónica no es tan clara en la realidad, y es la que usualmente mayor número de excepciones presenta.

En el caso particular del Acuífero Marifil esta secuencia se refleja claramente en los relaciones entre cloruros/bicarbonatos y sulfatos/cloruros, (Mapas 11 y 12), y en los mapas individuales de concentración de cada uno de esos aniones (Mapas 4, 5 y 6).

Las mayores proporciones de bicarbonato, observadas en las muestras de aguas superficiales y en las cercanías de la Meseta de Somuncurá, son un indicador claro del área de recarga. El aumento de cloruros hacia el noreste, esto es, al alejarse de la Meseta, nos indican el área de descarga.

La conductividad se define como la facilidad del agua para conducir la corriente eléctrica. La conductividad aumenta rápidamente con la cantidad de iones disueltos. La importancia radica fundamentalmente en la practicidad, ya que se mide en el campo muy fácilmente, y nos indica aproximadamente la salinidad del agua:

               ∑ de iones disueltos (en mg/l) ≈ Conductividad (µS/cm) x 0.75

La conductividad es la inversa de la resistividad, que es una constante que aparece en la Ley de Ohm, y la unidad es el ohmios x metro. Siendo la inversa, la unidad de la conductividad es el ohmios-¹ / metro, denominado Mho o Siemens. Por lo tanto sería Siemen/metro, pero comúnmente se utiliza el µS/cm (microSiemens/cm).

El comportamiento de la conductividad (Mapa 2) confirma esta evolución, ya que si bien se observa un amplio rango de salinidad en las aguas subterráneas, que mayoritariamente presentan entre los 5.000 y 11.000 µS, a 20°C. (Gráfico 30), se evidencia una evolución hacia el norte y noreste, esto es, alejándose de la meseta de Somuncurá (Mapa 2) se observan los mayores valores.

Con respecto a los cationes no se observa la evolución usual de cálcicas a sódicas, destacándose un aumento simultáneo de ambos elementos , en profundidad y hacia el noreste (Mapa 7 y 8). El aumento del catión Calcio se relaciona con la abundancia de ese elemento en toda la columna sedimentaria, ya sea combinado con el sulfato (yeso) o con el carbonato (cementación calcárea).

El patrón evolutivo de la hidroquímica de agua subterránea, del área de recarga a la de descarga, es de sulfatadas cálcicas a cloruradas sulfatadas sódico cálcicas.

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