viernes, 24 de junio de 2011

Capítulo 4: Perforaciones de estudio - Geología de la perforación - Perfil geológico característico - Formaciones Marifil, Gran Bajo del Gualicho, Río Negro, Tehuelche, Aluvio reciente - Interpretación del Perfilaje Eléctrico

Capítulo IV

4.1. Perforaciones de estudio en la región:

Los elementos de juicio preliminares, obtenidos a partir de los sondeos geoeléctricos verticales y de la observación de los afloramientos en la región, nos permitieron elegir el lugar conocido antiguamente como “La Travesía”, ubicado a 17,5 km. al oeste del empalme de las Rutas Nacionales 3 y 23. Allí, en un lote adyacente a esta última ruta, se realizaron nuevos sondeos geoeléctricos, para una prospección en detalle, con el objetivo de ubicar convenientemente las perforaciones, y de acuerdo a la información que brindaron, se realizó un total de cinco pozos de estudio, por lo que denominaremos este lugar como Campo de Bombeo.

Evaluando las características de cada una de las perforaciones realizadas, se estimó como la más representativa del área en estudio a la número II, utilizándola como pozo tipo, por lo que en la misma se efectuó un control geológico en detalle durante la perforación, con análisis litológico, granulométrico y micropaleontológico de muestras tomadas metro a metro. Finalizada esta perforación se ejecutó en la misma un sondeo con perfilaje resistivo, con fines de estudio y de diseño de la perforación definitiva.

Con los resultados obtenidos se definió el diseño de entubamiento del pozo de exploración - explotación definitivo y su respectivo pozo de observación. El primero fue construido con entubado en caño de PVC de 6 pulgadas de diámetro, en los primeros 70 metros y los últimos 4 metros con el mismo caño de PVC, ranurado, como filtro. Por las características del acuífero, esto es, con características de fisurado, con arenas medias y gruesas, no se estimó necesario el engravado del pozo, mientras que el piezómetro de observación se encamisó con cañería ciega de PVC de 3 pulgadas y filtro ranurado.

Seguidamente se realizó el desarrollo del pozo, que comenzó con un lavado del mismo bajando la columna de barras hasta alcanzar la profundidad final entubada. Se efectuó con agua limpia hasta la total eliminación de los residuos de la perforación o lodos; y para estabilizar las formaciones acuíferas, eliminando sus materiales finos cercanos al filtro ranurado, lograr un mejoramiento de su granulometría para obtener un rendimiento óptimo del caudal característico o específico, y prolongar la vida útil de la captación. Luego se instaló el equipo de bombeo, consistente en una electrobomba sumergible, con la cañería de impulsión respectiva, alimentadas por un grupo electrógeno generador de energía.

Las demás perforaciones se utilizaron como apoyo, y en el caso de la número III, se utilizó como piezómetro durante los ensayos de bombeo escalonado y a caudal constante realizados sobre la captación nº II.

4.2.- Geología de la perforación

4.2.1.- Perfil geológico característico del área en estudio

De la observación y análisis del muestreo litológico metro a metro que se efectuó durante la perforación de los pozos en el campo de bombeo (Foto 11), y de los afloramientos reconocidos durante el recorrido de la región, se ha podido determinar la geología de los sedimentos, niveles clásticos y del basamento hidrogeológico. La descripción del análisis a grano suelto se detalla en la Tabla n° 6.

A partir de las muestras extraídas se integra el siguiente perfil tipo para la zona de La Travesía, donde se encontraron las siguientes formaciones:

Formación Marifil: Se reconoció a partir de los datos de la perforación La Travesía II, a los 115 m.s.n.m., donde se encontraron riolitas, porfíricas e ignimbriticas, correlacionables con esta Formación, que también aflora más hacia el extremo noroeste del área en estudio. Se trata de rocas volcánicas ácidas de color castaño rojizo. Los cortes delgados, obtenidos a partir de los recortes de perforación obtenidos corresponden a las Fotos 1 a 4.

Formación Gran Bajo del Gualicho: Reconocida entre los 126 y 115 m.s.n.m. en la perforación La Travesía II, y como aflorante en los barrancos y faldeos de todos los bajos mayores. También se la observó en la costa, en los acantilados de la localidad de Las Grutas, reconociéndose el contacto con la Formación Río Negro que la suprayace (foto 6). Está constituida casi exclusivamente por arenas muy finas y limoarcillas, gris verdosas, con abundante material tobáceo, y la presencia de micro fósiles marinos y glauconita.

Formación Río Negro: reconocida en el análisis a grano suelto de las perforaciones realizadas, y confirmado por el perfilaje realizado en el pozo La Travesía II. También se la reconoció por los afloramientos en la región, ubicados hacia el noreste, justo inmediatamente antes del comienzo de la cobertura de Rodados Tehuelches, y también en los bordes de los bajos, mayores y menores. Constituida por areniscas de grano medio a fino, limoarcilitas y lentes cineríticos, con cementación calcárea. En el campo de bombeo encontramos a esta Formación a partir de los 178 m.s.n.m., hasta los 126 m.s.n.m., donde está el pase a la formación subyacente. Hacia el extremo oeste del área de estudio esta Formación es cubierta en forma discordante por los basaltos de la Formación Somuncurá (Foto 5).

Formación Tehuelche: Si bien los también denominados Rodados Patagónicos no afloran estrictamente en el campo de bombeo, si lo hacen a 50 metros de allí, cubriendo una amplia zona hacia el norte y hacia el este en el área de estudio. (ver Mapa 1). Está constituida por conglomerados polimicticos, clasto sostén, de clastos medianos a gruesos, con clastos finos en forma subordinada, escasa matriz arenosa y cementación calcárea.

Aluvio reciente: Reconocidos en los primeros 8 metros de la perforación La Travesía II, y en numerosos cañadones y quebradas que convergen hacia el fondo de los bajos, también lo observamos en el fondo, o rodeando, a los bajos menores. De diversa litología, pero fundamentalmente constituidos por arenas, gruesas y medias. Eventualmente en los cauces de los arroyos insumidos (Paja Alta, Chasicó y Tembrao) podrían existir unas facies más gruesas (Fotos 13 y 14). Por observación de sedimentos a grano suelto y por interpretación de perfilaje, en el campo de bombeo se encuentran entre los 186 y 178 m.s.n.m.

4.2.2 Interpretación del Perfilaje Eléctrico

En el área de la batería de explotación, específicamente en la captación denominada La Travesía II, se realizó un perfilaje eléctrico para elaborar el diseño final del pozo, especialmente en lo que respecta a la ubicación del filtro. La profundidad del sondeo dependió de la conservación de la perforación y la estabilidad de la misma, pudiéndose perfilar hasta los 74 metros por debajo del nivel de pozo (m.b.b.p.), realizándose perfiles resistivos y de potencial espontaneo, lo que permitió además ajustar los pases formacionales inferidos a partir de los recortes de perforación.

En general el perfilaje realizado muestra un alto grado de semejanza en los valores de resistividad obtenidos mediante los SEV. En el tramo comprendido entre los 0 y los 34 m.b.b.p. las resistividades son muy elevadas, características de sedimentos psefíticos y psamíticos en la zona no saturada. Entre los 34 y 58 m.b.b.p. se determinaron bajas resistividades que corresponde a niveles arcillosos o arcillo limosos que también forman parte de la zona no saturada. En el tramo comprendido entre los 58 y 63 m.b.b.p los valores de resistividad aumentan nuevamente y corresponden a niveles de gravas finas con elevado contenido de arcilla, también en la zona no saturada. Finalmente en el tramo comprendido entre los 64 y 70 m.b.b.p., se observan valores bajos de resistividad, que corresponden a arenas finas a muy finas, de la zona saturada y que contienen aguas de elevada salinidad, lo que explica la también elevada conductividad. La diferencia apreciable entre la normal corta y larga permite interpretar una porosidad y permeabilidad secundaria que no son significativas.

El tramo final, ubicado entre los 70 y 74 m.b.b.p. se atribuye una grava fina o material de alteración de roca volcánica, también saturada con aguas de elevada salinidad. La resistividad final se atribuye a la respuesta de la roca volcánica, sin alteración y de composición riolítica, interpretada como el basamento hidrogeológico del área.

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